El primer día que fuimos a una playa nudista, la excitación creía por momentos, nunca habíamos decidido ir hasta este verano, nos sentíamos raros, con inseguridad y vergüenza, pero la excitación era muy grande, era algo nuevo para nosotros y queríamos ver si eramos capaces. El llegar a la playa, vimos a mucha gente, más de lo que nos imaginamos, y todo el mundo estaba desnudo,al principio sentía pudor y no miraba fijamente para sus cuerpos, era como si temiera que se sintiesen ofendidos, pero al llegar al sitio elegido, había una pareja enfrente de nosotros, yo para sacarme la ropa, lo hice sentada en la toalla, no me atrevía a levantarme, mal como pude quede desnuda, y cuando me dí cuenta de que encima estaba totalmente rasurada y tal como teníamos a la pareja enfrente, podían verme todo, al darme cuenta de ello, Juan me animo a que no cerrara las piernas que las dejara abiertas, pues el chico de la otra pareja no dejaba de mirarnos y así lo hice, me excito mucho la experiencia, ver cuerpos desnudos por todas partes, tanto hombres como mujeres, la excitación de ver que me veían todo mi sexo sin ningún tipo de problema, pues no había ningún obstáculo, Juan también estaba excitado por la situación y se ponía de lado para que no se le notará, los dos nos mirábamos complices de lo que estaba pasando, y así pasamos nuestro primer día de playa nudista, la cual dio paso a una ración de sexo salvaje al llegar a casa.
Mari
0 comentarios:
Publicar un comentario