Una noche sobre las doce, estaba viendo la tele cómodamente en mi cama, cuando de repente un sonido fuerte empezó a salir del baño, era como si cayera agua de la ducha, con lo cual apresurada me levanté y me dirigí hacia el baño y allí estaba, toda la agua por el suelo, la cisterna se había roto y el agua no dejaba de salir a borbotones, como pude cerré la llave de paso del agua y llamé al un fontanero, de estas compañías que te atienden sea la hora que sea, tenía miedo de que la rotura fuese también de alguna tubería y el agua se fuese para mi vecina de abajo, así que cuanto antes lo arreglaran mejor.
Así, que después de una hora y yo cansada de secar agua, llamaron a la puerta, abrí la puerta y eran dos hombres, un chico de unos 40 años y otro que rondaría los 50, o casi.
Al verme los dos se me quedaron mirando fijamente para el escote, pues llevaba un camisón cortito negro, con un escote que no dejaba nada a la imaginación y llevaba una bata en rojo de seda, pero la bata en vez de estar cerrada, con el ajetreo de estar secando se había abierto y se podía ver bien, mis senos de una talla 95 y las formas de mi cuerpo, que no soy una súper modelo, pero tengo un cuerpo con unas curvitas bien hechas, como muy amenudo me han dicho.
Una vez, que entraron y se pusieron a arreglar la avería, me di cuenta de que no tenía dinero en casa, pues no había sacado nada en el banco el día anterior y ante mi bochorno, no sabía como iba a hacer, pues podía ir al cajero, pero no me fiaba de dejarlos solos en casa, y siendo la hora que era también me daba un poco de miedo, pues no me queda muy cerca de casa.
El caso es que se lo comenté a ellos y me dijeron que ellos tenían que cobrar que no trabajan gratis, yo les dije que no había problema que mañana pasaran de nuevo por mi casa y que ya tendría el dinero para pagarles, ellos decían que no podían porque ese día se iban a una avería en una casa lejos de la ciudad y no podían acercarse.
El caso es que el más mayor de los dos, mirándome muy descaradamente, me pregunto si estaba sola en casa, les conteste que si, y entonces me dijo:
_Creo que ya tengo la manera de que nos puedas pagar, sin necesidad de ir al cajero, con un par de mamadas que nos hagas a los dos, asunto zanjado.
Ante la propuesta me sonroje, y aunque no soy una mojigata, ni tampoco una persona super lanzada, sin pensármelo dos veces les dije que sí. La verdad es que me gusta mucho el sexo y no le hago ascos a chupar una polla.
Los dos al verme la cara, sonrieron y mientras uno me cogía del brazo y el otro me tocaba el culo, nos fuimos dirigiendo a la habitación, para estar más cómodos.
Mientras ellos se iban bajando los pantalones, yo me sacaba la bata y el camisón, al verme desnuda se pusieron como locos, mi coño esta siempre depilado, pues me encanta sentir como me van rozando los tangas, por esa razón cuando lo vieron, mojado por la excitación y los labios muy abiertos se avalanzaron sobre mi y empezaron a recorrer con sus manos todo mi cuerpo, parándose muy concienzudamente en mi coño, metiéndome un dedo, luego dos, hasta tres dedos juntos en mi interior, cosa que hacía que me volviera loca de placer, de mi boca iban saliendo unos gemidos entrecortados, mientras ellos me decían:
- Que zorra eres, estabas deseando que vinieran dos tipos a follarte, mira lo mojada que estas.
Yo estaba muy cachonda solo pensando en que les iba a chupar la polla. Me encanta la leche. La polla del mayor era fina y larga y sus huevos eran más grandes y golosos y la del joven era más bien pequeña, pero gorda, al igual que sus huevos.
Me puse de rodillas y con cada mano les cogí las pollas, empecé a chuparle la polla al más mayor, mientras que con la mano izquierda le hacía una paja al joven, así estuve un buen rato, iba cambiando chupaba una un ratillo y después cambiaba a la otra y notaba como mis tetas danzaban al ritmo de mis chupadas.
Las pollas estaban muy duras, gracias a mis mamadas, de echo pensaba que de un momento a otro iba a recibir su leche en mi boca. Pero de repente el mayor me dijo que parase, que no quería correrse todavía que antes quería darme por el culo, yo sorprendida le dije:
-Eso no ha sido en lo que hemos quedado, era una mamada a los dos y tenía el arreglo gratis.
- Si es cierto, pero si dejas que te demos por el culo y lo que queramos te doy la factura como si la hubieras pagado y así puedes estar segura de que no te reclamaremos nada.
Esta vez acepte, pero no muy convencida, pues tenía miedo de que me hicieran daño, pues era la primera vez que me daban por ahí.
Me levanté y mientras el mayor se apoyaba en la pared de la habitación, dejando su polla a la altura de mi boca, yo inclinada hacía delante, ofreciendo mi culo al joven, bien separadas las nalgas para que se me viera bien la entrada y así facilitarle la follada.
El joven preparo su polla, para la embestida, la mojo bien con saliva y apoyó su polla en mi ano, pero ofrecía resistencia, al ser la primera vez, iba jugueteando empujando y liberando mi ano, el mayor al darse cuenta de que era virgen por ahí, empezó a tocarme el clítoris para que me mojase aún más y ayudase a que mi culo se abriese y así fue, la excitación era tan grande que notaba como la polla iba entrando poco a poco, el glande debía de estar todo dentro ya, y entonces de un empujón seco me la metió toda dentro, yo solté un chillido, pues había sentido como si mi culo hubiera sido abierto en dos, pero la mano del mayor seguía tocándome mientras yo seguía chupándole la polla, cada vez con más fuerza y con más ganas, pues las embestidas en mi culo del joven, hacía que la polla entrase hasta el fondo de mi garganta.
El joven gemía mientras agarrado con fuerza a mis caderas empujaba y su verga entraba y salía de mi culo proporcionándome un placer increíble y mientras sus huevos no dejaban de golpear mi clítoris.
Así estuvimos un buen rato, hasta que el joven se corrió en mi culo, descargando toda la leche de sus huevos y dejándome el culo todo lleno de leche. Estuvo un rato en mi interior sin sacarse la polla de mi culo, mientras yo seguía comiendo la polla del otro.
Cuando la sacó, miré para el mayor y le dije:
- Si quieres a ti también te dejo probar mi culo.
Sin pensárselo dos veces, me obligó a ponerme encima del suelo como una perrita a cuatro patas, me levantó bien el culo, pues quería que estuviera bien ofrecida para él, acerco su polla a mi culo y entro de una sola embestida, pues estaba bien mojado y lubricado por la leche que me había dejado el joven en mi interior. Sus embestidas eran más fuertes que el otro y yo no dejaba de gemir, y estuvimos así unos cinco o diez minutos, hasta que la saco de golpe y me dijo:
- Ponte de rodillas ahora delante de mi polla y abre bien la boca, pues quiero correrme dentro de tu boca, putilla.
Entonces me puse de rodillas y abría la boca, su polla entro dentro de mi boca, mientras la del joven ya recuperado de su reciente corrida, volvía a penetrarme en culo sin ningún problema, pues estaba bien abierto.
Mientras, me enculaban por tercera vez, chupé la verga del mayor con fuerza hasta que note un fuerte chorro de leche en mi boca, que llegó muy rápidamente a mi garganta. Intenté tragarla toda, pero fue imposible, así que salía de mi boca en borbotones.
Mientras el joven empezó a acelerar más la follada sobre mi culo, y yo le ayudaba empujando más mis nalgas hacía su polla. Mientras me encargaba de limpiarle bien la polla al mayor, y chupaba toda la leche que le había caído alrededor.
Entonces note como el joven se empezaba a correr dentro de mi culo, sentía su leche caliente en mi interior y oía sus gemidos al llegar al éxtasis. Entonces me la sacó del culo y haciéndome girar, me dijo:
- Ahora puta, me la vas a limpiar muy bien limpita, como tu sabes hacerlo, viciosa.
Entonces abría la boca y me la metió hasta el fondo y empecé a chuparla muy suavemente, parándome bien en el glande y en toda la longitud de la polla para no dejar ninguna zona sin limpiar. Y así estuve limpiándosela a los dos durante un buen rato, pasando de una a otra polla y a veces intentando meterme las dos en la boca.
Y así termino el arreglo de la avería, nos vestimos, nos despedimos y no si antes decirme, que si tenía cualquier otra avería, que no dudase en llamarlos, pues estarían dispuestos a venir fuese la hora que fuese y que no me preocupase por lo de pagar, ya se les ocurriría algo.
Así, que después de una hora y yo cansada de secar agua, llamaron a la puerta, abrí la puerta y eran dos hombres, un chico de unos 40 años y otro que rondaría los 50, o casi.
Al verme los dos se me quedaron mirando fijamente para el escote, pues llevaba un camisón cortito negro, con un escote que no dejaba nada a la imaginación y llevaba una bata en rojo de seda, pero la bata en vez de estar cerrada, con el ajetreo de estar secando se había abierto y se podía ver bien, mis senos de una talla 95 y las formas de mi cuerpo, que no soy una súper modelo, pero tengo un cuerpo con unas curvitas bien hechas, como muy amenudo me han dicho.
Una vez, que entraron y se pusieron a arreglar la avería, me di cuenta de que no tenía dinero en casa, pues no había sacado nada en el banco el día anterior y ante mi bochorno, no sabía como iba a hacer, pues podía ir al cajero, pero no me fiaba de dejarlos solos en casa, y siendo la hora que era también me daba un poco de miedo, pues no me queda muy cerca de casa.
El caso es que se lo comenté a ellos y me dijeron que ellos tenían que cobrar que no trabajan gratis, yo les dije que no había problema que mañana pasaran de nuevo por mi casa y que ya tendría el dinero para pagarles, ellos decían que no podían porque ese día se iban a una avería en una casa lejos de la ciudad y no podían acercarse.
El caso es que el más mayor de los dos, mirándome muy descaradamente, me pregunto si estaba sola en casa, les conteste que si, y entonces me dijo:
_Creo que ya tengo la manera de que nos puedas pagar, sin necesidad de ir al cajero, con un par de mamadas que nos hagas a los dos, asunto zanjado.
Ante la propuesta me sonroje, y aunque no soy una mojigata, ni tampoco una persona super lanzada, sin pensármelo dos veces les dije que sí. La verdad es que me gusta mucho el sexo y no le hago ascos a chupar una polla.
Los dos al verme la cara, sonrieron y mientras uno me cogía del brazo y el otro me tocaba el culo, nos fuimos dirigiendo a la habitación, para estar más cómodos.
Mientras ellos se iban bajando los pantalones, yo me sacaba la bata y el camisón, al verme desnuda se pusieron como locos, mi coño esta siempre depilado, pues me encanta sentir como me van rozando los tangas, por esa razón cuando lo vieron, mojado por la excitación y los labios muy abiertos se avalanzaron sobre mi y empezaron a recorrer con sus manos todo mi cuerpo, parándose muy concienzudamente en mi coño, metiéndome un dedo, luego dos, hasta tres dedos juntos en mi interior, cosa que hacía que me volviera loca de placer, de mi boca iban saliendo unos gemidos entrecortados, mientras ellos me decían:
- Que zorra eres, estabas deseando que vinieran dos tipos a follarte, mira lo mojada que estas.
Yo estaba muy cachonda solo pensando en que les iba a chupar la polla. Me encanta la leche. La polla del mayor era fina y larga y sus huevos eran más grandes y golosos y la del joven era más bien pequeña, pero gorda, al igual que sus huevos.
Me puse de rodillas y con cada mano les cogí las pollas, empecé a chuparle la polla al más mayor, mientras que con la mano izquierda le hacía una paja al joven, así estuve un buen rato, iba cambiando chupaba una un ratillo y después cambiaba a la otra y notaba como mis tetas danzaban al ritmo de mis chupadas.
Las pollas estaban muy duras, gracias a mis mamadas, de echo pensaba que de un momento a otro iba a recibir su leche en mi boca. Pero de repente el mayor me dijo que parase, que no quería correrse todavía que antes quería darme por el culo, yo sorprendida le dije:
-Eso no ha sido en lo que hemos quedado, era una mamada a los dos y tenía el arreglo gratis.
- Si es cierto, pero si dejas que te demos por el culo y lo que queramos te doy la factura como si la hubieras pagado y así puedes estar segura de que no te reclamaremos nada.
Esta vez acepte, pero no muy convencida, pues tenía miedo de que me hicieran daño, pues era la primera vez que me daban por ahí.
Me levanté y mientras el mayor se apoyaba en la pared de la habitación, dejando su polla a la altura de mi boca, yo inclinada hacía delante, ofreciendo mi culo al joven, bien separadas las nalgas para que se me viera bien la entrada y así facilitarle la follada.
El joven preparo su polla, para la embestida, la mojo bien con saliva y apoyó su polla en mi ano, pero ofrecía resistencia, al ser la primera vez, iba jugueteando empujando y liberando mi ano, el mayor al darse cuenta de que era virgen por ahí, empezó a tocarme el clítoris para que me mojase aún más y ayudase a que mi culo se abriese y así fue, la excitación era tan grande que notaba como la polla iba entrando poco a poco, el glande debía de estar todo dentro ya, y entonces de un empujón seco me la metió toda dentro, yo solté un chillido, pues había sentido como si mi culo hubiera sido abierto en dos, pero la mano del mayor seguía tocándome mientras yo seguía chupándole la polla, cada vez con más fuerza y con más ganas, pues las embestidas en mi culo del joven, hacía que la polla entrase hasta el fondo de mi garganta.
El joven gemía mientras agarrado con fuerza a mis caderas empujaba y su verga entraba y salía de mi culo proporcionándome un placer increíble y mientras sus huevos no dejaban de golpear mi clítoris.
Así estuvimos un buen rato, hasta que el joven se corrió en mi culo, descargando toda la leche de sus huevos y dejándome el culo todo lleno de leche. Estuvo un rato en mi interior sin sacarse la polla de mi culo, mientras yo seguía comiendo la polla del otro.
Cuando la sacó, miré para el mayor y le dije:
- Si quieres a ti también te dejo probar mi culo.
Sin pensárselo dos veces, me obligó a ponerme encima del suelo como una perrita a cuatro patas, me levantó bien el culo, pues quería que estuviera bien ofrecida para él, acerco su polla a mi culo y entro de una sola embestida, pues estaba bien mojado y lubricado por la leche que me había dejado el joven en mi interior. Sus embestidas eran más fuertes que el otro y yo no dejaba de gemir, y estuvimos así unos cinco o diez minutos, hasta que la saco de golpe y me dijo:
- Ponte de rodillas ahora delante de mi polla y abre bien la boca, pues quiero correrme dentro de tu boca, putilla.
Entonces me puse de rodillas y abría la boca, su polla entro dentro de mi boca, mientras la del joven ya recuperado de su reciente corrida, volvía a penetrarme en culo sin ningún problema, pues estaba bien abierto.
Mientras, me enculaban por tercera vez, chupé la verga del mayor con fuerza hasta que note un fuerte chorro de leche en mi boca, que llegó muy rápidamente a mi garganta. Intenté tragarla toda, pero fue imposible, así que salía de mi boca en borbotones.
Mientras el joven empezó a acelerar más la follada sobre mi culo, y yo le ayudaba empujando más mis nalgas hacía su polla. Mientras me encargaba de limpiarle bien la polla al mayor, y chupaba toda la leche que le había caído alrededor.
Entonces note como el joven se empezaba a correr dentro de mi culo, sentía su leche caliente en mi interior y oía sus gemidos al llegar al éxtasis. Entonces me la sacó del culo y haciéndome girar, me dijo:
- Ahora puta, me la vas a limpiar muy bien limpita, como tu sabes hacerlo, viciosa.
Entonces abría la boca y me la metió hasta el fondo y empecé a chuparla muy suavemente, parándome bien en el glande y en toda la longitud de la polla para no dejar ninguna zona sin limpiar. Y así estuve limpiándosela a los dos durante un buen rato, pasando de una a otra polla y a veces intentando meterme las dos en la boca.
Y así termino el arreglo de la avería, nos vestimos, nos despedimos y no si antes decirme, que si tenía cualquier otra avería, que no dudase en llamarlos, pues estarían dispuestos a venir fuese la hora que fuese y que no me preocupase por lo de pagar, ya se les ocurriría algo.
0 comentarios:
Publicar un comentario