Este relato nos lo han enviado una pareja amiga, espero que os guste leerlo, igual que a nosotros nos ha gustado y desde aquí, queremos darles las gracias con confiar en nosotros y por enviarnos una de sus experiencias reales. Muchas gracias pareja .
Todo comenzó una noche de sábado en el que salimos a cenar.Ella iba guapísima, con unos pantalones negros piratas ajustados, unas medias de red de las que se sujetan en el muslo con la silicona, un tanguita negro y una camisa ajustada negra con un buen escote. ah!, y unos zapatos de tacón que abrochan al tobillo de lo más sugerentes.
Después de una buena cena, nos fuimos a tomar unas copas con unos amigos, bailamos, reímos, nos rozamos, y la temperatura fue subiendo de tono pero la disco tocaba a su fin, así que nos dispusimos a volver a casa y seguir lo que habíamos empezado, pero de camino a casa fui tramando una excusa para parar en el comercio que tenemos.
Paramos con la excusa de recoger algo y ya allí con las luces apagadas, solo con la iluminación de la calle nos empezamos a besar y tocar y la cosa subió mas de tono, así que nos pusimos detrás de uno de los mostradores y la senté en él empezando a desnudarla entre la excitación y el morbillo de la calle nos pusimos a 200%. Ya con sus pechos al aire, por cierto unos 105 preciosos, comencé a sobarlos, a mordisquearle los pezones, de la excitación y la frialdad del cristal, ella se retorcía de placer así que fui bajando, bajando, bajando hasta llegar a su coñito depilado, casi todo solo mantiene una fina rallita de vello, le subí las piernas encima del mostrador y le dedique una comida de coño espectacular, gemía , gemía y gemía. Giraba la cabeza también hacia la cristalera, por la preocupación de la calle, pero ya excitadísima se giro y se entrego a un orgasmo sublime apretando sus piernas contra mi cara.
Cuando acabo, salto del mostrador, se agacho, me bajo los pantalones regalándome una mamada alucinante, primero lenta después rápido, metiéndosela hasta la garganta. Ya casi a punto de correrme la levante, la puse cara a la cristalera apoyada en el mostrador, abriéndole sus piernas y se la enterré en el chochito chorreante dando un pequeño suspiro y empezando a incrementar los gemidos, yo bombeaba cada vez más y más notando como sus pechos se balanceaban a cada embestida, hasta que ya no pude más y me corrí como un poseso, estuve un rato apoyado sobre su espalda y con discreción fuimos hasta el lavabo, nos aseamos y nos fuimos para casa.
Esa es una de las experiencias excitantes que tuvimos ya habrá alguna mas. Un besazo"
Noche
Hace 3 meses
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