Un fin de semana que nos fuimos de viaje a León, teníamos programado estar en una cabaña, pues nos encantan y teníamos decidido que fuese uno de esos fines de semana que nos pasábamos a veces follando como locos todo el día, haciendo nuestros descansos y después vuelta a empezar.
Cogimos el coche con las maletas y empezamos viaje, yo (Mari) iba muy excitada pensando en el fin de semana que nos esperaba por delante, y Juan también lo estaba, pues de vez en cuando en el coche me echaba alguna miradita y me tocaba las tetas por encima de la ropa, eso a mí me encanta que lo haga.
Entonces como Juan iba conduciendo, yo empecé a bajarle la cremallera del pantalón despacio y su polla asomó, mojada y dura, empecé a acariciarla con mis dedos, muy suavemente, pues eso sé que le encanta, y la rodeaba toda con una suavidad desmesurada haciéndole jadear de gusto, después la cogí con toda la mano y empecé a pajearla suavemente también sin prisas, me encanta llevarlo a la máxima excitación, me gusta cuando veo que con sus ojos me suplica, que no aguanta más y que quiere correrse, metí la mano dentro del pantalón y saque sus huevos también y empecé a tocárselos con la mano, mientras que la otra seguía moviendo su polla de arriba abajo. El mientras con la mano que le quedaba libre, pues la otra manejaba el volante, me pellizcaba los pezones y me ponía a cien.
Cuando vi que su excitación era ya demasiada, lo cual notaba porque su polla me estaba mojando la mano y a parte sus jadeos cada vez eran más fuertes, entonces me incline, me coloqué cómoda, entre los dos asientos del coche, y su polla entró en mi boca, la chupe con ansia, con ganas de recibir su leche, me encanta comérsela, y me gusta mucho más cuando se corre dentro de ella y la saboreo, ummmm.
Iba chupándole la polla, con suavidad al principio, me encanta hacerlo así, sin prisas y con cada movimiento yo me iba excitando más y más, mi coño estaba muy mojado y también jadeaba en cada movimiento que su polla entraba en mi boca y me llegaba hasta el fondo de la garganta, mientras con mis manos, acariciaba sus huevos y los apretaba, cosa que a él le gusta mucho también, cuando sacaba la polla de mi boca para verla y observar lo mojada y dura que estaba, entonces bajaba con mi lengua hasta sus huevos y los lamía y me los metía en la boca y volvía de nuevo a la polla, así estuvimos bastante rato, mientras los coches nos adelantaban , los pequeños no pasaba nada, pero los camiones y autobuses como son más altos, cuando nos pasaban seguro que nos veían, pero eso nos provocaba más morbo y más excitación y así llegamos a las cercanías de León, allí mismo me dijo que no aguantaba más que se quería correr, paramos en plena ciudad, las calles estaban muy concurridas de coches y era media tarde, estacionamos en doble fila, le dije, aquí nos van a ver, pues hay gente en las ventanas de los edificios y además estamos mal estacionados aquí, Juan me contesto, me da igual, ahora mismo no me importa nada, estoy tan excitado que lo único que quiero es que me sigas comiendo, como hasta ahora y llenarte la boca de leche y así lo hicimos, volví a meter su polla en mi boca, sin importarme si nos veían o no, y seguí chupándola cada vez más fuerte, salía y entraba de mi boca y acariciaba sus huevos, hasta que noté sus huevos muy duros, entonces es cuando supe que se iba a correr de un momento a otro, estaba preparada para recibir su leche, esa leche que tanto me gusta. Entonces empecé a sentir sus primeras gotas de semen en mi boca, y sus primeros espasmos corporales, junto con su jadeo, hasta que ya empezó a manar con fuerza la leche entrando directamente en mi garganta casi sin tener que tragarla, pues me había metido la polla hasta el fondo de mi boca.
Juan seguía jadeando y corriéndose y mientras yo seguía chupando con una excitación tan grande que estaba disfrutando tanto de esa comida de polla,tanto como si me estuviera follando con ella. Cuando acabó de correrse, me la saque de la boca y me puse a pasármela por la cara, alrededor de los labios y vuelta a la boca, me encanta hacerlo, seguir saboreándola y dejarla bien limpia, es un vicio para mí comerle la polla, me encanta y sé que a él también.
Y así fue como empezó nuestro fin de semana, el cual no dejo de ser erótico en todo momento.
Mari
1 comentarios:
Hola pareja, me encanta vuestro blog, me parece muy excitante y sensual, espero seguir leyendo vuestras historias. Un besito
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