¿"Blog de contenido erótico" OBCEDMAN: Primer encuentro (1ª parte)


Archivo del blog

El Juego Erótico de Obcedman

El Juego Erótico de Obcedman
Pincha en la imagen

2 feb 2008

Primer encuentro (1ª parte)

Hace un par de semanas conocimos por el messenger a una pareja de Vigo. En seguida congeniamos. Teníamos en común nuestro interés por el sexo, las fantasías eróticas con otras parejas, la desinhibición y la búsqueda de nuevas sensaciones, de nuevas experiencias. También coincidíamos en la carencia de experiencias en relaciones con otras parejas, al menos con parejas desconocidas, ya que ellos ya habían tenido experiencia con amigos.
Desde el primer momento hubo feeling. Había morbo, conversaciones ardientes, fotos subidas de tono, risas, simpatía... buen rollo. Ello llevó a desear conocerse en persona, para saber si ese feeling se trasladaba a la realidad. Como somos de Coruña fijamos un terreno a medio camino, por lo que quedamos en Santiago. Estábamos nerviosos. Somos bastante tímidos, por lo que sabíamos que nos iba a dar corte y que estaríamos todos mucho más fríos que en el messenger.
El primer contacto fue excitante. Cuando nos vimos nos saludamos con una sonrisa nerviosa. Todos notamos que la primera impresión fue buena. Nuestros rostros estaban iluminados, muy atentos a todo lo que nos contábamos en la cafetería. Nos reímos mucho y nos contamos muchas anécdotas. Poco a poco fuimos perdiendo la vergüenza y ganando confianza. Comenzamos a hablar de temas más íntimos, de las fotos que nos habíamos enviado... el ambiente se fue caldeando. Cambiamos de local y nos fuimos a un pub. Allí había más ruido, por lo que pudimos hablar menos, pero las miradas eran más descaradas. Entre bromas y picadas salimos a bailar. era un pub acogedor, nos encontrábamos a gusto. Bailábamos sueltos pero rozándonos. Agarrándonos la cintura, haciendonos alguna carantoña. Las chicas abrieron el fuego. María comenzó a bailiar abrazada a la espalda de Mari. Ambas se movían como serpientes en celo. María agarraba a Mari por la cintura, sus manos pasaron de las caderas a unirse en su vientre. En el frenesí del baile, Mari puso sus manos sobre las de María y las llevó lentamente hacia sus pechos. El calor en el ambiente era cada vez mayor. Las chicas tenían pegados sus cuerpos, abrazadas y nosotros nos movíamos alucinados contemplando el espectáculo. Mari se dio la vuelta y serpenteó su cuerpo alrededor del de María, pasando sus manos con descaro, primero por su cintura, y luego por sus nalgas. Sus mejillas se juntaron, sintiendo el calor mutuo y la excitación de sus cuerpos.Quique y yo estábamos abstraidos observando aquello, cada vez más cachondos por lo que veíamos. Sus bocas se rozaron como sin querer. Un baile lento comenzó como a propósito en ese momento y se abrazaron con sus cuerpos muy juntos, sintiendo sus formas y acariciando sus deseables culos. El beso en que se fundieron se veía inevitable. Fue tierno, cálido y dulce, pero lleno de pasión. Mari decubrió por primera vez esa experiencia deseada. Sus dudas se desvanecieron... no sólo le gustaba sino que estaba muy excitada, fuera de control.
Las chicas se apiadaron de nosotros y nos cogieron de la mano para bailar con ellas. Cada una con su pareja, como si fuera el momento de contarse lo que habían sentido. Cada una nos dijo al oido lo mismo, que estaban muy cachondas y excitadas, que había sido una pasada y que no querían parar. Mari cogió mi mano y se la ofreció a Maria para que bailáramos juntos. Yo estaba algo cortado, pero después de lo que había visto la excitación vencía a la timidez. María hizo lo mismo y juntó a Mari con Quique. Ambas mujeres, con sus pezones totalmente erizados se apretaron a nosotros, a cada uno, y comenzaron a bailar de forma muy sugerente, mirándonos fíjamente a los ojos, con insinuación y descaro. Se sentían ya nuestras esclavas, deseando que ordenásemos cualquier cosa. Ese baile sirvió para que descubriéramos nuestros cuerpos, con disimulo y cierta timidez pero palpando nuestras formas y sintiendo cada centímetro de cuerpo en contacto. Nos dábamos besos furtivos en nuestros cuellos, como con miedo a molestar a nuestras parejas pero con deseo de fundirnos en besos cálidos y húmedos. Sólo el cabrón del pincha nos cortó el rollo parando de golpe la canción lenta y poniendo bacalao al pil pil. Separamos nuestros acalorados cuerpos, y nuestras miradas, brillantes y excitadas, se cruzaron de forma cómplice entre los cuatro, con cierta sensación de desnudez y rubor. Yo rompí la tensión del momento con un pensamiento en alto, proponiendo tomar una copa en nuestra casa y jugar a uno de esos juegos eróticos que les habíamos comentado. Nada más salir de mi boca esas palabras quería que me tragase la tierra. Pero ya era tarde para echarse atrás. Ante mi sorpresa, hubo quorum unánime. A María le salió un"sí, por favor, lo estoy deseando". Quique y Mari se rieron y también soltaron un "SIIIIII". Nos reimos y nos fuimos rápido, antes de que alguien se echara atrás. Propuse que fuéramos todos en el mismo coche y que luego les llevaríamos de vuelta a Santiago. Conducía yo. Les obligué a ir todos detrás. Mari en el medio. En el trayecto, al principio sólo había risas y conversaiones perversas y lascivas. Al rato, ya casi llegando a nuestra casa, se produjo un silencio y María buscó la mano de Quique. Unieron sus manos sobre las piernas de Mari. Lo que dio pie a que empezaran a acariciarle las piernas, primero tímidamente y luego con más decisión. Ella hizo lo mismo con las piernas de ambos. Era una mezcla de cariño y lujuria. María se arrimó más a Mari y la besó en la boca, suavemente, saboreando sus labios. Mientras, Quique le acariciaba las tetas, suavemente, como con miedo a sentir un rechazo, que evidentemente no llegó. Mari se sintió un mero objeto, una esclava al servicio de sus amos. Se dejó hacer esperando caricias cada vez más directas. Yo miraba por el retrovisor, con complicidad y cierta envidia. Una mezcla de celos y lujuria me invadió, pero venció la lujuria cuando vi la cara de placer de Mari, con sus ojos cerrados. Los abrió y me miró buscando mi aprobación. Yo sonreí y le guiñé un ojo, susurrando un "te amo".
Por mucho que intenté aminorar la marcha, estábamos ya demasiado cerca, por lo que enseguida llegamos a casa.
Juan

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola: Felicidades por vuestros excelentes relatos, en especial el primer encuentro. Nos hace sentirnos embriagados de un ambiente tierno y dulce "casi" como si fuesemos nosotros mismos.A nosotros no nos brotan las palabras tan facilmente como a vosotros, pero sentimos al leeros como nos tiembla todo el cuerpo y esa sensacion de frio-calor de momentos que pueden marcarte para siempre como la primera vez que besas a la chica de tu vida, y sabes en ese preciso momento que lo és.
Leyendoos nos haceis sentir otra vez adolescentes, sintiendo algo tan rico como cuando nos conocimos como pareja.
Mis piernas ya no responden, es como si hiciesen 100 km en bicicleta y mi corazón late descontrolado.
Simplemente deciros que con pequeños detalles también se hacen sentir cosas que no todo el mundo sabe transmitir y nos identificamos con ese maravilloso encuentro, no sabemos sì por la coincidencia de algunos pequeños detalles con esa parejita de VIGO, de todas formas FELICIDADES A LOS CUATRO.
Estamos impacientes por la entrega de la segunda parte, se nos hará interminable la espera.
UN BESAZO PARA LOS DOS
MELANIA.

Anónimo dijo...

Os hemos descubierto hace poco,aunque un poco alejados de vosotros, estamos en el sur, os leemos impacientemente. Nos ha encantado vuestros relatos, ya que nos excita mucho y nos desata nuestra imaginación. Besos y que sigais disfrutando. Esperamos impacientemente vuestra próxima aventura

obcedman dijo...

Muchas gracias anónimos amigos del sur de Galicia y del Sur de España. Nos algramos que os guste el blog. Besos.

¿Qué fantasía prefieres?

Estas fotos son, casi todas, realizadas por nosotros. Muestran viajes, ilusiones, amor compartido y una vida que se construye poco a poco a base de vivencias y fantasías. Sobre todo juntos.

Libro de visitas

Firmar libro de visitas