¿"Blog de contenido erótico" OBCEDMAN: Primer encuentro (2ª parte)


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El Juego Erótico de Obcedman

El Juego Erótico de Obcedman
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2 feb 2008

Primer encuentro (2ª parte)

Todos estábamos ya muy húmedos y excitados. Subiendo las escaleras las chicas se agarraron a mí, como mostrándome que también formaba parte de la fiesta y con cierto remordimiento por haber quedado fuera de los toqueteos del viaje.
En casoa nos servimos unas copas y sacamos el juego. Las copas ya nos relajaron del todo, si no lo estábamos ya.
Nos sentamos alrededor de la mesa. Con música de fondo. Cada uno sentado al lado de la pareja del otro. Y comenzamos a jugar. A Quique le tocó besar a María, su pareja. La agarró con fuerza y le plantó un beso húmedo y apasionado. Luego me tocó a mí. Pero la prueba era más escabrosa. Tenía que besar los pechos de María. Les dije que como era la primera prueba que para no sentir tanto corte me dejaban que lo hiciera con Mari. Pero no hubo compasión. María me dijo "¿Qué pasa? ¿Ya no te gusto?" Me sentí ruborizado. Mari y Quique me empujaron a cumplir con la prueba. María abrió su camisa y se sacó el sujetador, dejando a la vista unas tetas maravillosas que yo estaba deseando tocar. Pero no podía tocar, sino sólo besar. Con mucha suavidad pasé mi lengua alrededor de su pezón, hasta tocarlo en su punta. Estaba duro y desafiante. María gimió y arrimó más sus tetas a mi cara. La agarré por la espalda y sumergí mi rostro entre sus senos, oliendo su fragancia maravillosa y besándolos suavemente. Sabían a gloria.
La siguiente prueba le tocaba a Mari. Tenía que darle un masaje en el culo a Quique. Le tuvimos que obligar a bajarse el pantalón y el slip, porque le daba vergüenza. Se puso boca abajo. Mari lo tocó suavemente, acariciándolo, luego más fuerte. Lo exploró como si fuera a descubrir algún continente nuevo. Mientras, a María y a mí nos brillaban los ojos. Nos cogimos de la mano y disfrutamos expectantes de la situación. Quique estaba muy excitado, lo cual se hizo evidente cuando se dio la vuelta. No le dejamos ponerse de nuevo la ropa. Sólo el slip. Y en solidaridad todos nos quedamos en ropa interior. La siguiente prueba era para María. Tenía que besar el sexo de Mari. Eso provocó un gran revuelo. Mari se puso boca arriba y abrió sus piernas. Quedó a la vista un coño rasurado y húmedo. Muy húmedo. María no cabía en sí. estaba deseando ese momento. Comenzó a comerlo suavemente, pero el entusaismo creció cada vez más. Aunque la prueba era un minuto, ya no pudieron parar, Mientras María comía con fruición el coño de Mari, Quique le acariciaba las tetas y se las besaba. Besaba su boca... Yo me entretuve en el culo de María que se ofrecía a mí. Se lo acariciaba y mojaba mis manos en su pasión. Mari gemía y se retorcía de placer, hasta que finalmente explotó y se corrió. María estaba muy excitada. La besé en su boca sintiendo el sabor exquisito del coño de Mari. Ya no le hicimos caso al juego. Mari me besó con pasión, y se dirigió hacia mi polla, que estaba a punto de reventar. La comió ávidamente, mientras María hacía lo mismo con la polla de Quique. Los dos nos miramos con complicidad. Y dijimos, chicas, queremos que cambieis de polla cada una. ellas obedientes así lo hicieron. María me agarró los huevos y metió toda mi olla en su boca gimiendo de placer. Había deseado mucho ese momento. Mari hizo lo mismo con la polla de Quique. La lamió de arriba a abajo desatando unos gemidos lastimosos de placer en Quique. Las manos y bocas de las chicas parecían pulpos tocando y duisfrutando de nuestros cuerpos. Mientras María me comía le pedí a Mari que se pusiera a cuatro patas ofreciéndome su culo para besarlo y saborearlo mientras devoraba a Quique. Fue un momento de placer máximo. Quique se corrió en la boca de Mari y quedó exhausto boca arriba. Como yo aún no había llegado las dos chicas se centraron en mí y compartieron mi pollá, más dura y tiesa que nunca. Sus bocas se fundían con mi polla en el medio. Notaba como una parte de mi miembro era besado por los labios de Mari al tiempo que la lengua de María la recorría desde abajo por el otro lado. Fue tal la excitación que me corrí en la cara de las dos chicas, extenuado de placer. Ambas se fundieron en un gran beso compartiendo mi leche.
Sólo nos faltaba dar placer a la sumisa María, que nos había hecho disfrutar a todos. Después de reponer fuerzas comiendo algo la atamos a la cama boca arriba y le tapamos los ojos. Nuestras manos la sobaron por todos sus rincones mientras brincaba de excitación. Le costaba trabajo aguantar la sensación de nuestras lenguas recorriendo su vientre, sus tetas y el interior de sus muslos. Cada uno nos fuimos turnando para saborearla y disfrutar de ella. Estaba a nuestra merced. No paraba de decir que estaba volviéndose loca de placer. Que no quería que eso acabase nunca. Quique comenzó a follarla, mientras su boca recibía la caricia de mi polla. Ella la besó con pasión, sin saber muy bien de quién era. Mari, mientras tanto se puso detrás e Quique tocando colocando su mano de tal forma que sus huevos la golpeaban cada vez que retrocedia de una embestida. Le agarraba los huevos y tocaba también el sexo de María, ya loca de placer. Mientras tanto yo me senté encima de las tetas de María y le puse la polla a la altura de su boca para que me la chupara. Estaba super excitada. Le quité el antifaz para que pudiera ver el espectáculo. Lo cual la excitó aún más. Quique se corrió dentro de ella, justo después de que María hubiera llegado al segundo orgasmo. Mari aprovechó para saborear la mezcla de fluidos que tenía María en su coño. Disfrutaban ambas como posesas. María estaba indefensa ante todo lo que le hacíamos. Cuando se volvió a correr con los besos de Mari, ésta se separó. Quedó con las piernas abiertas, muy cansada. Pero aún faltaba yo. Me puse entre sus piernas y también la follé. Era como una gran violación consentida pero sin posibilidad de evitarla. María, aunque cansada soportó también mis embestidas. Hasta que se corrió de nuevo.
Quique y Mari habían comenzado a follar entre ellos. Quique estaba abajo y Mari sobre él, moviéndose de arriba a abajo, y aprovechando cada centímetro de la polla de Quique. Yo me acerqué. La incliné hacia él y me abrí paso con mi polla en su culo. Mari empezó a experimentar otra de sus fantasías, ser penetrada por dos pollas. Los movimientos de los tres eran frenéticos, hasta que Mari se corrió, al tiempo que Quique también lo hizo.
A mí me cuesta llegar más de una vez, pero me sentía todavía con fuerzas y excitado. Vi a María atada a la cama, impotente, contemplando como su chico se había corrido dentro de Mari y disfrutaba de la bacanal de sexo que habíamos desatado. Le dije, "lo siento puta, pero me teno que correr de nuevo y quiero que tu coño pruebe mi leche". María lo asumió complacida esperando de nuevo mi polla. Esta entraba y salía con violencia, mientras Mari me besaba el culo y apretaba mis huevos. No tardé en correrme inundando de leche cálida el chocho de María... Nos quedamos dormidos sobre la cama, todos abrazados...
Para ser el primer encuentro la vergüenza sucumbió al deseo.
Juan

1 comentarios:

Anónimo dijo...

GRACIAS.
SOIS MARAVILLOSOS.

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Estas fotos son, casi todas, realizadas por nosotros. Muestran viajes, ilusiones, amor compartido y una vida que se construye poco a poco a base de vivencias y fantasías. Sobre todo juntos.

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