
Comenzamos a besarnos, mientras nuestras manos exploraban nuestros excitados cuerpos, resbalando suavemente por la piel mojada y muy húmeda por pasión.
Yo estaba sentado en el escalón que hay al borde de la piscina, mientras Mari se sentó sobre mi de manera que podía penetrarla.
Mientras la pasión distraía nuestros sentidos, nos dimos cuenta de que una pareja se iba acercando a nosotros. No era casualidad, nos estaban buscando. Poco a poco la distancia con ellos se redujo hasta que se situaron a nuestro lado. Ella se tumbo boca arriba agarrandose al bordillo, de manera que el podía devorar su sexo. Al mismo tiempo ella fue alargando su mano hasta acariciarme las nalgas y acompasar mi ritmo, cada vez mas acelerado. La situación era excitante, tanto que hizo que me corriera dentro de Mari con una sonrisa cómplice entre ambos. Hacia todavía mas calor...
1 comentarios:
Bufff, y ahora soy yo la que me he quedado con calor...Menudo morbazo ese momento...
Un besazo muy cálido para los dos
Publicar un comentario