El calor por fin había llegado a nuestras vidas. La lluvia constante de los últimos meses había dejado una humedad latente en el ambiente y en nuestros cuerpos lascivos. Cogimos las toallas, mirando al cielo con cierta desconfianza en búsqueda de alguna nube desafiante, pero el azul era omnipresente.El buen tiempo te da vitalidad y energía, y eso se reflejaba en nuestros rostros sonrientes.Era la segunda incursión en una playa nudista. Ya había pasado un año desde la vez anterior, por lo que para nosotros era empezar de cero, o casi. Fuimos a la misma playa, quizás para encontrar ese guiño acogedor de la experiencia anterior. Escogimos un rincón más o menos reservado, hasta el que llegamos sorteando toda clase de cuerpos desnudos. Aunque intentamos no mirarlos, lo cierto es que los ojos no atendían a razones y alimentaban nuestros recuerdos de culos, pechos y miembros con los que componer sueños eróticos nocturnos. Tendimos nuestras toallas y nos dispusimos a tumbarnos al sol. A diferencia de una playa normal, en la nudista nos esforzamos en tumbarnos primero, vestidos, y pelear desde la arena por desprendernos de la ropa, creyendo que así vamos a pasar más desapercibidos. Lo que suele suceder es todo lo contrario, ya que no deja de ser una pelea ciertamente cómica. Y gracias si la prenda de turno no se queda enganchada y te deja en evidencia.Lo cierto es que la sensación del viento en la piel, sobre todo en esas partes normalmente ocultas, es deliciosa. Te sientes liberado. Sientes una unión especial con la naturaleza, como si formases parte de ella.
Tras tumbarnos, ya desnudos, comenzamos el ritual de echarnos crema. El contacto con la piel de Mari me hizo excitarme. Recorrer su cuerpo con mis manos, untando la crema, era muy sensual. Me detuve en sus nalgas, que acaricié con suavidad y especialmente en sus senos, a los que me causa una excitación y placer especial rozar y acariciar. Al llegar a su vientre y bajar por el entorno de su sexo no pude ocultar mi excitación, bastante evidente, que intenté disimular.
Al tocarle el turno a Mari me sentí en el paraíso. Deslizó sus manos con suavidad por toda mi espalda, luego mis glúteos, los cuales tengo especialmente sensibles a cualquier caricia. Me costó darme la vuelta pues presentía la vergüenza que iba a pasar, superior a la que ya sentía. Mari tardó mucho tiempo en lo que realmente fue un completo masaje por todo mi cuerpo. Cuando llegó alrededor de mi sexo creí que me estallaba. Mi miembro estaba totalmente erecto, sensible a cada caricia cercana, que nunca llegaba a tocarlo. Ella disfrutaba con la situación, que no era ajena a una pareja situada en frente. Noté cómo la chica me miraba, con curiosidad y sonreía ante lo que veía. Era una pareja más bien joven y con el cuerpo muy cuidado, mostrando unas formas muy generosas y bien formadas. Respondiendo a sus miradas yo me decidí a mirar también con descaro. Me deleité observando sus pechos generosos, desafiantes. Ella lo notó y optó por sentarse, de cara a mí para que pudiera observarlos perfectamente. Tenían unos pezones anchos y empitonados. Una delicia. Mari también observó la mirada de unos ojos ajenos hacia su precioso trasero. Ella estaba boca abajo. Con disimulo fue abriendo las piernas de manera que poco a poco dejó a la vista su sexo perfectamente rasurado. Eso excitó al chico de manera que su polla comenzó a crecer. Estaba bien dotado y también se había depilado. Mari se inclinó hacia atrás para poder verlo y disfrutar también de esa imagen. Ambos nos hablamos y empezamos a fantasear. Empezamos a acariciarnos, ante la mirada de nuestros vecinos, que empezaron a imitarnos. Al cabo de un rato ya estábamos muy excitados y tremendamente húmedos. Nos incorporamos y buscamos un rincón apartado. Les miramos y con un gesto les invitamos a acercarse. Lo entendieron perfectamente, de manera que vinieron detrás de nosotros. Nada más encontrar ese deseado rincón el chico besó a Mari esperando una respuesta. Ella me miró, nos sonreímos, y respondió a ese beso con un morreo en toda regla mientras le tocaba su polla. Se enredaron en un abrazo húmedo y no tardó ni dos minutos en sentir cómo le penetraba. Gemía de placer. Al mismo tiempo yo comencé a besar y acariciar a la chica. Era muy guapa y caliente en sus movimientos. Lanzándome al suelo se montó encima de mi sexo y comenzó a moverse eléctricamente. Los cuatro gemíamos, nos contorsionábamos, hasta que hubo un fluir de orgasmos continuos.
Al tocarle el turno a Mari me sentí en el paraíso. Deslizó sus manos con suavidad por toda mi espalda, luego mis glúteos, los cuales tengo especialmente sensibles a cualquier caricia. Me costó darme la vuelta pues presentía la vergüenza que iba a pasar, superior a la que ya sentía. Mari tardó mucho tiempo en lo que realmente fue un completo masaje por todo mi cuerpo. Cuando llegó alrededor de mi sexo creí que me estallaba. Mi miembro estaba totalmente erecto, sensible a cada caricia cercana, que nunca llegaba a tocarlo. Ella disfrutaba con la situación, que no era ajena a una pareja situada en frente. Noté cómo la chica me miraba, con curiosidad y sonreía ante lo que veía. Era una pareja más bien joven y con el cuerpo muy cuidado, mostrando unas formas muy generosas y bien formadas. Respondiendo a sus miradas yo me decidí a mirar también con descaro. Me deleité observando sus pechos generosos, desafiantes. Ella lo notó y optó por sentarse, de cara a mí para que pudiera observarlos perfectamente. Tenían unos pezones anchos y empitonados. Una delicia. Mari también observó la mirada de unos ojos ajenos hacia su precioso trasero. Ella estaba boca abajo. Con disimulo fue abriendo las piernas de manera que poco a poco dejó a la vista su sexo perfectamente rasurado. Eso excitó al chico de manera que su polla comenzó a crecer. Estaba bien dotado y también se había depilado. Mari se inclinó hacia atrás para poder verlo y disfrutar también de esa imagen. Ambos nos hablamos y empezamos a fantasear. Empezamos a acariciarnos, ante la mirada de nuestros vecinos, que empezaron a imitarnos. Al cabo de un rato ya estábamos muy excitados y tremendamente húmedos. Nos incorporamos y buscamos un rincón apartado. Les miramos y con un gesto les invitamos a acercarse. Lo entendieron perfectamente, de manera que vinieron detrás de nosotros. Nada más encontrar ese deseado rincón el chico besó a Mari esperando una respuesta. Ella me miró, nos sonreímos, y respondió a ese beso con un morreo en toda regla mientras le tocaba su polla. Se enredaron en un abrazo húmedo y no tardó ni dos minutos en sentir cómo le penetraba. Gemía de placer. Al mismo tiempo yo comencé a besar y acariciar a la chica. Era muy guapa y caliente en sus movimientos. Lanzándome al suelo se montó encima de mi sexo y comenzó a moverse eléctricamente. Los cuatro gemíamos, nos contorsionábamos, hasta que hubo un fluir de orgasmos continuos.
Cuando terminamos, ya cansados y felices, nos presentamos cortésmente. La siguiente visita a una playa nudista ya iba a ser más sencilla, ahora ya conocíamos gente...
Juan
17 comentarios:
Yo quiero ir a la playa.... y vivir algo parecido..ufff
Besitos para los dos
Arkantis, pues ahora empieza el buen tiempo y es momento de aprovechar.Así que ya sabes, a dejarse llevar por el calor. Un besito.
Es mi primera vez por este blog y definitivamente me ha encantado. Relatos muy sugestvos que hacen que se despierte el placer y el deseo... Felicidades a ambos..
Aqui me tendrán leyéndolos contínuamente... Besos a ambos...
un blog compartido por dos que disfrutan del erotismo, del morbo de la lujuria y de los moments tambien tiernos que tiene el sexo, un lugar que te deja la mente llena de perversos pensamientos como me sucedio con este texto
besos muchas gracias mari por tu visita quede enganchada a sus letras
me erotizaron
muacks
Vaya vaya con la playaa jejejeje!!
Excitante relato, como siempre.
Os lo pasais bomba ¿eh parejita?
Besos y abrazos para ambos
Pues si que tenemos ganas de ir a la playa!!
A ver si despues contamos algo interesante...
Saludos...
Pero vamos a ver, como no quieres que mis comentarios sean lascivos con semejante vision???? ufff y aqui estamos ya a 30 grados asi que la visita a la playa este fin de semana no se me escapa, que ganas de dejar que el sol acaricie mi piel.
Un susurro cariñoso mi ardiente pareja
Yo tambien quiero playa yaaaaaaaaa!!!!
Gracias por pasarte por mi blog
besos húmedos!
Pues a mi me han dicho una calita tranquila y escondida que invita a sensaciones parecidas. Ummm que gustito de verano.
¡Cómo os lo montais los que vivís en la costa!
Besos mil
Yedra
ains, que gustazo que ya vino el verano ,el calor , la playa , los rincones calidos y acojedores ... y que placer leeros ... un relato lleno de sensaciones que te transportan a esa calita . Gracias por ello. besitos muy dulces a los dos
Las playas naturistas tienen eso la gente es natural a sentir y sentirse.
Besos
Ya nos dejareis indicado el nombre de la playa... :)
TE DEJO MI MSN POR AHI PODRIAMOS ARMAR UN RELATO DE A TRES
AAMISTADX2@HOTMAIL.COM
BESOS CALIDOS Y DIAS LLUVIOSOS
YERMAN - RAYITO
Cómo me gustaría ser la chica de la pareja vecina!!!
Somos asiduos visitantes de las playas nudistas, así que a a lo mejor algún día nos encontramos con las toallas juntas para pasar una dulce tarde de verano..hummm..¡qué gozada!
Un beso cálido de vuestros amigos!!
No hay nada como perderse en las calitas de una playa nudista...Ummmm
todo eso y màs puede suceder.
Besos y feliz fin de semana.
Me encantó como relataste el encuentro...mmmmmm...que excitacion.
El verano, el calor,la brisa, el agua...me despierta los instintos mas sexuales.
Besitos humedos para los dos.
Luna
Nos alegramos de que te haya gustado el blog. Te esperamos siempre que quieras pasarte. Un beso de nuestra parte.
Fragmentos de Luna
Tienes razón en lo que dices. Lo compartimos todo, yentre otras muchas cosas el morbo por el sexo y siempre en un entorno de ternura y por supuesto gran amor entre nosotros.
Besos
Max
Nos lo pasamos lo mejor que podemos, como dices. jajaja
Besos y abrazos de ambos
Dos y dos
Esperamos que nos contéis vuestra experiencia playera. Estamos impacientes. Saluditos
Susurro_desconocido
Pues claro que queremos que nos mandes comentarios lascivos. Cuántos más mejor.
Un beso
oscuro deseo
Pues el tiempo acompaña así que ya sabes...
Gracias por tu visita
besos húmedos a ti también
Yedra y Yago
Hacemos lo que podemos. Pero aun así no estamos a vuestra altura. jajajaja
Un beso grande
anette
Nos alegramos de que te haya gustado. Un beso
belita
Tienes razó. Es una sensación muy agradable y natural sentir el viento en el cuerpo. Besos
joju
La playa e en Barrañán. En Coruña.
Un beso
RAYITO DE TERNURA- CINE COMPARTIDO Gracias por tu ofrecimiento. Ya coincidiremos en el msn. Un saludo
Blanca
Puede que algún día seamos vecinos de toallas. Quien sabe. Entonces habrá mucho calor en la playa.
Un beso cálido de nuestra parte
Embrujada
Tienes razón. No se paga con nada esa sensación. Y si va acompañada de morbo y lujuria más...
Un beso
Claudia
Nos alegramos de que tehaya gustado. El verano es lo que tiene. Calienta nuestros instintos más perversos.
Besitos humedos
Juan
Publicar un comentario